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domingo, 31 de diciembre de 2017

Menuda ostra

Para finalizar el año, os presento a un molusco bivalvo que parece una ostra pero que no lo es.

De concha muy frágil e irregular destacan sus dos expansiones laterales llamadas orejas o aurículas (esto no estaba en el glosario malacológico II) de la que destaca la posterior que llega a ser unas 6 veces más larga que la anterior. Interior nacarado blanco.

Foto: V. Aparici

Le gusta cierta profundidad (200 m) sobre la plataforma continental. Suele fijarse a las gorgónias (animales sésiles de los que algún día hablaremos) y sobre rocas cubiertas de arena o lodo. Y lo logra gracias a su byssus o biso, que son unos filamentos que segregan los bivalvos para fijarse a un sustrato. Seguro que lo recordareis si os digo que son los pelitos del mejillón.

Este animal recibe el nombre artístico de Pteria hirundo. Es una especie rara de encontrar y su distribución incluye nuestro Mediterráneo y las aguas atlánticas desde Marruecos hasta el Canal de la Mancha.


viernes, 29 de diciembre de 2017

Libros con concha

En los años 80 adquirí, en mi librería favorita París-Valencia, mi primer libro de moluscos mediterráneos en castellano. Se trataba de la publicación de Antonio Sánchez Diana: "Los Moluscos Marinos del Reino de Valencia" publicado en 1982 por el instituto de Estudios Alicantinos. Creo que no existe un libro anterior en castellano y sobre el mediterráneo, a parte del de Joaquín González Hidalgo de 1870: "Moluscos marinos de España, Portugal y las Baleares" y el de Manuel de Chia de 1913: "Fauna Malacològica de Catalunya". Ambos se pueden comprar en facsímil, bajo encargo, en la India a través de Iberlibro.



Realmente no le di importancia a este libro ya que en un anterior viaje de fin de curso, había conseguido comprar, en Milán, un ejemplar por 20.000 liras (12€) del maravilloso Giulia D'Angelo y Stefano Gargiullo: "Guida alle Cochiglie Mediterranee" de Fabbri Editori (1981) y que todavía sigo utilizando. A pesar de estar en italiano, era infinitamente mejor y más completo que el del Reino de Valencia.




Tuvieron que pasar unos cuantos años para que, y otra vez desde Alicante, volviéramos a tener otro libro de conchas en castellano. El ayuntamiento de Dènia publicó en el 2000 el libro de Eduardo Plá: "Moluscos gasterópodos y bivalvos de la Marina Alta y Baleares".


En el tema de libros de malacologia mediterránea, siempre hemos ido a la cola, incluso no han superado publicaciones alemanas como las dos de Fritz Nordsieck (1968): Die europäischen Meeres-Gehauseschnecken (Prosobranchia). Vom Eismeer bis Kapverden, Mittelmeer, y (1969): Die europäischen Meesesmuscheln (Bivalvia). Vom Eismeer bis Kapverden, Mittelmeer und Schwarzes Meer de Gustav Fischer Verlag.

Como esto tenía que cambiar algún día, se esperaba alguna iniciativa seria desde la Comunidad Valenciana, Cataluña, o Baleares, que por kilómetros de costa no será.

Sin embargo, la sorpresa vino en 2011 desde la Junta de Andalucía y la Universidad de Málaga con un completísimo trabajo dividido en dos magníficos tomos coordinados por Serge Gofas, Diego Moreno y Carmen Salas: "Moluscos marinos de Andalucía. Vols. I y II". Hay que reconocer que esta comunidad nos supera en kilómetros de costa atlántica y sobre todo mediterránea.



Este espectacular trabajo, muy bien ilustrado, ha colocado a la malacología mediterránea española en el lugar que debería estar desde hace años. 




lunes, 25 de diciembre de 2017

El misterio de las conchas perforadas

¿Cuantas veces nos hemos encontrado conchas sobre la arena con un agujero?

La respuesta estará acorde con las veces en que te hayas fijado, es decir siempre que lo hayas hecho.


Foto reproducida de marenostrum.org

Está claro que no hay ninguna persona perforándolas antes de que lleguemos a la playa. Si bien estos agujeros si que sirvieron a los primeros de nuestra estirpe para elaborar abalorios, pronto aprendieron el arte de perforarlos ellos mismos para colocarlos donde les interesaba.

Estamos ante un fenómeno denominado bioerosión (biologic erosion) y hace referencia a los procesos por los cuales animales, plantas y microorganismos esculpen o penetran superficies de sustratos duros. Dichos sustratos pueden ser tanto rocas como esqueletos de otros animales, plantas o algas, y en nuestro caso, conchas de moluscos.

Pues bien, el mayor culpable de estos perfectos agujeros son otros moluscos gasterópodos de la familia Naticidae y que tenéis ilustrados más abajo. Son grandes depredadores, han modificado su rádula (lengua dentada) y junto a una glándula que les facilita el ataque químico al carbonato de calcio de la que está hecha la concha. En otras aguas, algunos pulpos y algún miembro de la familia Muricidae pueden producir perforaciones parecidas.


Foto reproducida de marenostrum.org
Familia Naticidae del Mediterráneo por cortesía del amigo Pepe Verdejo 

Ahora que sabemos el causante, vamos a ver algunas marcas que aparecen el las conchas generadas por bioerosión como se explica en este artículo de Catalina Gómez-EspinosaRaúl Gío-ArgáezMiriam Carreño de la Vega.

A-B, Perforación. C, “Puncture”. D, Reparación de la concha. E, Marca de mordida.

Aclaramos el término "Puncture" como el ataque por parte de crustáceos que no son tan delicados como los moluscos predadores.

Por último comentaros que si hay bioerosión, también hay bioconstrucción y eso lo sabemos todos los que hemos limpiado mejillones para usos no malacológicos.





domingo, 17 de diciembre de 2017

Turritella

En esta afición a mal tiempo buena cara. Y en espera de los ansiados temporales tiramos de colección.

Habréis observado que hay más entradas dedicadas a los moluscos que a otros grupos. A parte de mi debilidad hacia ellos, hay que decir que son los que mejor resisten el oleaje de los temporales y los que se depositan en nuestras playas en mejores condiciones para identificarlos.

Foto: V. Aparici

En esta ocasión tenemos a Turritella turbona. Se parece al ya conocido Cerithium vulgatum, pero al verlos juntos resaltan más las diferencias que las similitudes.

Os propongo un ejercicio de comparación malacológica entre las dos especies y pongáis 3 diferencias.

El agujero que presenta el ejemplar de la izquierda de la foto es un misterio que desvelaré en el próximo post.


sábado, 2 de diciembre de 2017

WoRMS

Hoy os presento una interesante pàgina web llamada WoRMS.


En ella podeis comprobar si los nombres cientificos de vuestros tesoros están al día.

La mejor presentación que puedo hacer es traducir la suya.

El objetivo de un Registro Mundial de Especies Marinas (WoRMS) es proporcionar una lista completa y autorizada de nombres de organismos marinos, incluida información sobre la sinonimia. Si bien la prioridad más alta se aplica a los nombres válidos, se incluyen otros nombres en uso para que este registro pueda servir como guía para interpretar la literatura taxonómica.  El contenido de WoRMS está controlado por expertos taxonómicos y temáticos, no por administradores de bases de datos. WoRMS tiene un sistema de gestión editorial en el que cada grupo taxonómico está representado por un experto que tiene autoridad sobre el contenido y es responsable de controlar la calidad de la información. Cada uno de estos principales editores taxonómicos puede invitar a varios especialistas de grupos más pequeños dentro de su área de responsabilidad a unirse a ellos.

Este registro de especies marinas surgió del Registro Europeo de Especies Marinas (ERMS), y su combinación con varios otros registros de especies mantenidos en el Instituto Marino de Flandes (VLIZ). En lugar de crear registros separados para todos los proyectos, y para asegurar que la taxonomía utilizada en estos diferentes proyectos sea consistente, VLIZ desarrolló una base de datos consolidada llamada “Aphia”. La lista de registros de especies marinas incluidas en Aphia está disponible en WoRMS. MarineSpecies.org es la interfaz web para los taxones marinos disponibles en esta base de datos Aphia.

WoRMS combina información de Aphia con otras listas autorizadas de especies marinas que son mantenidas por otros (por ejemplo, AlgaeBase, FishBase), las llamadas 'bases de datos de especies administradas y alojadas externamente.

El texto en las páginas de WoRMS es de acceso abierto bajo los términos de la Licencia de Atribución de Creative Commons (CC-BY). Esta licencia permite el uso sin restricciones, siempre que se cite como se solicita en las páginas web de WoRMS, a menos que se indique lo contrario en las páginas individuales.
   



jueves, 30 de noviembre de 2017

Nassas, Hinias y demás parientes

Foto: V. Aparici
Ya conocéis a Tritia mutabilis de otro post y ahora os presento a otro miembro de la familia y del género. Se trata de Tritia reticulata.

Originalmente llamada Buccinum reticulatum por el incansable Linné, me va a servir de ejemplo de como cambian los nombres científicos.

Un nombre científico utiliza el latín gracias a Linné que simplemente utilizó la lengua usada en ciencia en esos ilustradísimos años del siglo XVIII. De esto ya hemos hablado.

La forma de escribirlo es único e importante hacerlo correctamente, ya que se ven muchos errores en todo tipo de información, incluso textos que pretenden ser científicos (la única correcta es la última).


TRITIA RETICULATA
Tritia Reticulata
tritia reticulata
Tritia reticulata

El sistema está formado por dos nombres que se escriben siempre en cursiva, empezando el primero con una letra mayúscula. Este corresponde al género que compartirá con todos los miembros que estén a su mismo nivel taxonómico (toma ya). El segundo nombre, lo identifica como especie pero no tiene sentido sin el primer nombre. 

Por ejemplo, Sepia officinalis y Rosmarinus officinalis, comparten el nombre de especie pero lo que les define es ese nombre binomial (dos nombres). El primero es la sepia común (molusco cefalópodo) y el segundo el romero (planta aromática). La palabra officinalis viene por que ambas especies se usaban en boticas y herbolarios.

Si se no ha sufrido modificaciones, en las constantes revisiones que hacen las personas que se dedican a la taxonomía y a la sistemática, el nombre del primer autor que publicó su descripción, se escribe a continuación, seguido de una coma y el año de publicación.

Así hasta que su primera revisión, esta especie se denominaba Buccinum reticulatum Linnaeus, 1758.

Si ha sido revisado y adscrito a otro género, el segundo nombre no cambia (aunque si puede tomar forma masculina, femenina o neutra) y el nombre del primer autor queda entre paréntesis.

Así cambia el nombre científico y pasa a ser Hinia reticulata (Linneaus, 1758)

Para complicarlo más, al hacer las revisiones, muchas especies descritas pasan a ser sinónimos.

En resumen este ha sido la evolución, por el momento, del nombre científico de este molusco:
  • Buccinum reticulatum Linnaeus, 1758
  • Buccinum anglicum Röding, 1798 (synonym)
  • Buccinum chrysostomum Röding, 1798 (synonym)
  • Buccinum marginulatum Lamarck, 1822 (dubious synonym)
  • Buccinum porcatum Röding, 1798 (dubious synonym)
  • Buccinum vulgatum Gmelin, 1791 (dubious synonym)
  • Hinia reticulata (Linnaeus, 1758)
  • Nassa (Hinia) reticulata (Linnaeus, 1758)
  • Nassa (Hinia) reticulata var. viriditincta Dautzenberg & Fischer H., 1925 (synonym)
  • Nassa bourguignati Locard, 1887 (synonym)
  • Nassa cancellata Martens, 1870 (synonym)
  • Nassa coronata Nobre, 1884 (synonym)
  • Nassa isomera Locard, 1886 (synonym)
  • Nassa limicola Martens, 1870 (synonym)
  • Nassa oblonga Mörch, 1852 (dubious synonym, introduced in synonymy)
  • Nassa poirieri Locard, 1887 (synonym)
  • Nassa reticulata (Linnaeus, 1758)
  • Tritia reticulata (Linnaeus, 1758)

Por cierto, si aparece un nombre trinomial (tres nombres) con la palabra central en mayúscula y entre paréntesis, es que hace referencia al subgénero (otra categoría taxonómica que va por debajo del género).

Menudo tostón os he soltado, pero gracias a esto, el biólogo sabe en todo momento con que especies está trabajando y así pude comparar trabajos de otros miembros de la comunidad científica que trabajan con las mismas especies, sean del país que sean.
  

Como una ostra

Foto: V. Aparici
Estas dos fotos no estan a escala. La de la izquierda es mucho más pequeña pero la de la derecha tiene las dos valvas. Esto es muy raro ya que la unión entre las dos valvas es muy frágil y pocas veces encontramos las dos piezas de un mismo ejemplar. 

Aun así mi ejemplar favorito de Spondylus gaederopus, es la más pequeña y que encontré hace más de 30 años.

Las valvas son robustas y diferentes en aspecto (la superior presenta espinas aplanadas) y color (rosáceo o violáceo en la superior y blanca la inferior). Su charnela no presenta dientes y la forma de abrirse es a través de una rótula.

Se fijan por la valva inferior a la roca, cementándose, y no mediante biso (los conocidos pelitos de los mejillones)

Como las fotos no hacen honor a esta preciosa concha, ahí os va un ejemplar del National Museum of Natural History de Malta.

Foto: Emőke Dénes

martes, 28 de noviembre de 2017

Menudo ombligo

Como siempre y a la espera de que los temporales de inviernos nos traigan nuevos tesoros, echamos mano de nueve de los moluscos de las colecciones.

Os presento a un representante mediterráneo de una curiosa familia de moluscos gasterópodos: los Architectonicidae cuyo sugerente nombre, evoca algo colosal. 

Foto: V. Aparici

En inglés reciben el nombre común de Sundials shells (conchas de reloj de Sol). Pero la maravilla arquitectónica se encuentra en su parte ventral: las vueltas de su crecimiento en espiral, dejan un ombligo profundo y abierto mostrando un patrón esculpido en bandas que recuerdan una escalera de caracol.

Aunque bien pensado si es se llama "escalera de caracol" es ella la que se parece a estos moluscos singulares.

El de la foto se le conoce, según la nomenclatura científica actual, como Heliacus fallaciosus. El amigo Juan Carlos López García, del grupo de Facebook "Conchas: intercambio e identificación", ha corroborado la identificación, aunque lo conocíamos como Heliacus subvariegatus.

Le gustan los fondos de arena poco profundos y las aguas cálidas.

   
  

domingo, 19 de noviembre de 2017

Navaja IV

Foto: V. Aparici
Estamos ante la cuarta especie de navaja de mar mediterránea perteneciente, la tercera de la familia Pharidae y responde al nombre de Ensis ensis

Inconfundible por la curvatura de sus dos concha, la diferencia de sus parientes de valvas rectas.

Vive en fondos blandos de arena y poco profundos (hasta la zona infralitoral), enterrándose junto a otros bivalvos como las especies del género Tellina, Chamelea y Venus.

Recapitulando, aquí teneis los links de las tres especies que completan este cuarteto navajero mediterráneo.
   

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Bulla striata

Foto: V. Aparici

Esta vez os presento a Bulla striata, un pariente no tan lejano del ya conocido por vosotros Scaphander lignarius.


Otro molusco opistobranquio cuya concha no puede albergar la totalidad del cuerpo del animal. Suele vivir en fondos rocosos y en las praderas de posidonia, aunque a no mucha profundidad (hasta los 80 m).

De aguas tropicales, lo podemos encontrar desde el Mediterráneo hasta las costas mexicanas.

viernes, 20 de octubre de 2017

La gran lapa

Foto: V. Aparici
Siento decepcionaros si pensais que vais a ver alguna lapa de este tamaño en estas latitudes del Mediterráneo  (y esta no es de las más grandes)Tendréis que bajar hacia el sur, a las costas andaluzas o a los territorios norteafricanos. 

El encontrar este ejemplar en uno de mis cajones "petxineros", me ha evocado mi época de facultad, ese cielo nocturno africano indescriptible y sobre todo a unas islas, las Chafarinas. Junto al amigo Javier y otros colegas que fielmente siguen el blog, iniciamos allí el censo de esta especie, bajo el amparo de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza. Él ha seguido investigando y yo no.

Javier, gran conocedor de la vida y milagros de esta lapa, opina que su nombre vulgar de lapa ferrugínea es bastante inapropiado ya que deriva de su nombre cientifico Patella ferruginea, por sus concreciones que aparecen en su concha y que semejan óxido. La palabra correcta debería ser lapa ferruginosa. Yo me adhiero a la causa.

Si queréis conocer más sobre el tema, Javier dispone de una página de Facebook dedicada a ella y además es el autor de esta entrada de la wikipedia.

Especie protegida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (en peligro de extinción), los anexos II del Convenio de Barcelona, II del Convenio de Berna y IV de la Directiva Hábitats.

miércoles, 18 de octubre de 2017

Colmillos de minielefante

Foto: V. Aparici
Eso es lo que parecen, pero en realidad son las cochas de unos moluscos muy particulares, los escafopodos.

No son los únicos con este diseño externo ya que los gusanos trompetas (anélidos poliquetos) también coinciden en esta forma como los del género Amphitecna.

Los escafopodos constituyen un grupo menor en cuanto al número de especies que aportan al Tipo Mollusca. Así que os presento a nuestros nuevos miembros del blog: el más pequeño corresponde a Antalis dentalis y el más grande Antalis inaequicostata.

La adaptación al medio ha conseguido un cuerpo simple (ni siquiera tienen branquias) y una mínima cabeza de la que salen unos pequeños tentáculos (captáculos) con la que captura la minúscula comida que acaba triturando con su rádula (lengua dentada). 

Viven semienterrados en los fondos de sustratos blandos con el ápice (parte más estrecha de la concha) sobresaliendo. 


miércoles, 11 de octubre de 2017

Navegando a la deriva

En un trocito de plástico de uno de mis paseos encontré estos polizones:

Foto: V. Aparici

Del grupo de los percebes, estos crustáceos de pocos mm de longitud, són sésiles que significa que viven fijos a un sustrato aunque éste pueda moverse o no.

Todos estos organismos se engloban bajo la palabra Fouling (acumulación no deseada en superficies sólidas de material que merma su eficacia o función).

Esto se aplica en argot náutico cuando, en el casco de un barco, la proliferación de algas, microorganismos y animales con estructura calcárea (tubos de gusanos, bellotas de mar, caracoles, bivalvos, etc.) hace que disminuya la velocidad de navegación y el aumento del gasto en combustible.

Para ello se han diseñado pinturas antifouling que evitan esto, aunque las primeras dieron más problemas que soluciones.

El cobre ha sido el primer antifouling utilizado por los fenicios desde hace 3200 años. Es la armada británica la primera en colocar planchas de cobre protegiendo la madera del casco sumergida, denominada "obra viva", en barcos tan emblemáticos y bebibles como el Cutty Shark.

En el siglo XX aparecen en la última década pinturas con TBT (tributil-estaño). Fue extremadamente efectivo hasta que los biólogos marinos observaron que se cargaba todo lo que estaba vivo, estuviera o no en el casco. Si no que se lo digan a los ostreros franceses de la bahía de Arcachón, que estuvieron al borde de la ruina. El TBT desprendido por las pinturas, causó mortalidad en las larvas y deformaciones en las conchas de las ostras que llegaban a adultas, haciéndolas invendibles.

A principios de este siglo se fueron prohibiendo este tipo de pinturas y el cobre (también contaminante) vuelve a ser utilizado como biocida. Actualmente no existe ninguna pintura antifouling 100% ecológica.

Volviendo a nuestros polizones, si alguien quiere dedicarle algo de tiempo en saber que especie es aquí os dejo una pequeña guía:


Dibujos de Dosima fascicularis y Lepas pectinata de Nilsson-Cantell 1978.L. hilliL. anatifera y L. anserifera de Hayward and Ryland 1990.
Fuente: 
http://species-identification.org

Yo, desde mi humilde ignorancia, me declino por Lepas pectinata.

viernes, 6 de octubre de 2017

De todo corazón

Esta vez estamos ante un molusco bivalvo que si os lo encontráis en este estado, posiblemente no le haríais ni caso.

Foto: V. Aparici
Hay que decir, en honor a la verdad, que este no es su color natural. 

Con el tiempo ha ido perdiendo su periostraco que es una película delgada orgánica que cubre la concha y que fácilmente se degrada a la muerte del animal.

Esa capa le da su color marrón oscuro característico, salvo alrededor de los dos umbos donde al no llegar éste, se quedan blanquecinos.

Se trata del antiguo Isocardia cor que ha sido rebautizado como Glossus humanus.

Quizás penseis de donde se ha sacado estos nombres ya que poco se asemeja a un corazón.

La magia de los bivalvos es que cuando estan vivos son así:

Foto: V. Aparici

jueves, 5 de octubre de 2017

Scaphander lignarius

Hoy toca hablar un poco más de los moluscos, concretamente de un grupo dentro de los gasterópodos, los opistobranquios.

Durante su viaje evolutivo han perdido parte de la torsión espiral de su concha, han disminuido su calcificación e incluso algunos, como las babosas de mar o nudibranquios, la han perdido totalmente.

Foto: V. Aparici
En este caso os presento a Scaphander lignarius, de concha frágil y con bastante apertura que impide que el animal se pueda refugiar en su interior.

Es un gran amante de los fondos arenosos, donde sabe enterrarse muy bien ya que sus presas favoritas (poliquetos, escafopodos, erizos irregulares, foraminíferos, bivalvos, etc.) viven también enterradas.

De todos estos ya hablaremos.


jueves, 28 de septiembre de 2017

Choquito picudo

Ya dedicamos un post al sepión de la sepia común o Sepia officinalis titulado "De la mar a la jaula".

Pero esta misma semana, en uno de mis paseos por la playa, observé un sepión muy distinto a la de la sepia común.

No era de color blanco, sino rosáceo, más estilizado, acabado en punta (denominada espina) como se indica en la flecha de la foto, y más pequeño.

Foto: V. Aparici

Efectivamente al consultar las "guía de mar" vi que se trataba de la concha interna de otra especie de sepia: el choquito picudo o Sepia orbignyana.

Su nombre vulgar le viene por esa espina de su sepión que sobresale del cuerpo.

Nativa del océano Índico, ha penetrado en nuestro mar por el mar Rojo a través del canal de Suez.

Y para que veáis que no todas las sepias son iguales, os reproduzco las láminas de las dos especies de las que ya hemos hablado en este blog.


Imagen: Cephalopods of the world. FAO

Imagen: Cephalopods of the world. FAO

La fuente:
Jereb, P.; Roper, C.F.E. (eds)
Cephalopods of the world. An annotated and illustrated catalogue of cephalopod species known to date. Volume 1. Chambered nautiluses and sepioids (Nautilidae, Sepiidae, Sepiolidae, Sepiadariidae, Idiosepiidae and Spirulidae). FAO Species Catalogue for Fishery Purposes. No. 4, Vol. 1. Rome, FAO. 2005. 262p. 9 colour plates.


miércoles, 27 de septiembre de 2017

Menuda coña

Esta vez os traigo un par de ejemplares del Atlántico, concretamente de la playa de Punta Umbría (Huelva).

Esta especie se adentra en nuestro mar hasta las costas de Almería de donde son las conchas que recogió para su colección el amigo Pablo.


Foto: V. Aparici

Su nombre "artistico" es Cymbium olla y los marineros andaluces la denominan coña, quizás por su similitud (cuando está viva) a los genitales externos femeninos de nuestra especie. Si os pica la curiosidad podéis buscar, por vuestra cuenta y riesgo, fotos de ejemplares vivos.

Es una especie inconfundible por su ápice en forma de pezón (como estamos hoy).

Sin embargo mi recuerdo inmediato, cada vez que la veo, es esto:


Foto: David Dennis


Se trata del mono narigudo de Borneo que responde al nombre científico de Nasalis larvatus. Para que veáis lo que da de sí la imaginación.
  

lunes, 25 de septiembre de 2017

La más bella

Uno cuando es joven y aficionado a coleccionar conchas, le viene muy bien tener contactos con marineros.

En los años ochenta del siglo pasado, un amigo de mi padre, viendo mi afición a las cosas de la mar, me puso en contacto con un patrón de barco, José Salom, y este me llamó para que fuese a ver lo que me habían guardado de un arrastre.

Esto, desgraciadamente solo ocurrió una vez. Manolo García, el Capitán Columbretes, amigo de mi padre, falleció y se perdió el contacto pesquero.

Si embargo en esa ocasión, en que pude registrar entre el fango del arrastre que los marineros por esta vez no tiraron al mar, me encontré un primer premio, uno de los molusco más bellos, a mi humilde parecer, y raros del Mediterráneo.

Solo tengo este ejemplar y no he vuelto a ver otro. Este es el que comparto con vosotros.

Se trata de Mitra zonata, cuyas especies del mismo género reciben este nombre por su parecido a un gorro o mitra papal.

Foto: V. Aparici
Y por su belleza y rareza ha sido botín de coleccionistas y comerciantes sin escrúpulos. Hoy en día es una especie protegida en los anexos II del Convenio de Barcelona y II del Convenio de Berna.

lunes, 11 de septiembre de 2017

El gran azul

Mi amigo Javier Guallart, el de los retos, se ha dejado convencer y nos ha escrito este post. Espero que lo disfrutéis.

Los temporales nos traen  a la playa restos que nos dicen mucho de lo que en hay en el mar aledaño. En este caso, este pasado fin de semana en la playa de El Saler en Valencia.

Foto: J. Guallart

¿Sólo una pata de cangrejo? Sí. Pero azul y enorme, ¿no crees?

Se trata de una de las pinzas (llamadas quelípedos) de un cangrejo invasor, la jaiba azul (Callinectes sapidus), un “pedazo de cangrejo”. Esta especie de gran tamaño es habitual y abundante en las costas atlánticas americanas. Su presencia en el Mediterráneo no se conocía hasta mediados del pasado siglo, cuando se detectó por primera vez en el mar Adriático. Hace apenas hace unos pocos años, en 2012, se constató su presencia en las costas españolas.

Se la considera no sólo invasora sino, dentro de este grupo de especies, posiblemente una de las más problemáticas: su gran tamaño y voracidad, puede suponer una importante alteración de las redes tróficas de los ecosistemas costeros de la zona. 

Dibujo: Facundo Nehuén López


Pero la especie posiblemente tenga un punto débil: se dice que gastronómicamente es excelente. En este caso la actividad pesquera dirigida a este cangrejo, aunque no consiga su erradicación, sí que pueda llegar a controlar sus poblaciones.

Pero aún nos queda la duda: ¿cómo llegó este quelípedo a la playa? ¿Ya hay depredadores naturales en nuestra zona que se dedican a alimentarse de esta especie?