Siguiendo la anterior entrada con la preciosa Cotylorhiza tuberculosa, vemos como pierde todo su glamour al tocar arena.
Fotos: V. Aparici |
Siguiendo la anterior entrada con la preciosa Cotylorhiza tuberculosa, vemos como pierde todo su glamour al tocar arena.
Fotos: V. Aparici |
Este caluroso verano ha elevado la temperatura de las aguas marinas a niveles hasta ahora nunca registrados.
Esto significa a pequeña escala, dejando al margen el cambio climático al que vamos de cabeza, que las medusas tiene las condiciones favorables para expandir sus poblaciones.
De nuevo el amigo Jorge, que nunca olvida su cámara cuando hace paddel surf, realizó estas preciosas fotos de la Cotylorhiza tuberculosa o medusa huevo frito.
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Fotos: J. Romero |
Otro amigo Javier se ha incorporado al pequeño grupo de soporte de este blog.
Javier es pescador de imágenes y como buen fotógrafo de la naturaleza, la respeta y la defiende.
Sus principales caladeros murcianos son: La Azohía, donde aprendió a bucear y mora fuera del agua, las islas Hormigas y nuestro queridísimo mar Menor. Él se ha convertido en voz que denuncia todas las atrocidades que le estamos haciendo a este mar tan raro y único en nuestra península.
Pero su ojo marino también es mensajero de buenas nuevas, como la vuelta de los caballitos de mar después de considerarlos extintos de este confinado mar, después de que los vertidos, urbanos y agrícolas, que colapsaron el ecosistema y lo llevaron al borde de su extinción en 2016.
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Foto: © Javier Murcia |
Otra de sus facetas son los artículos con textos muy divulgativos y una muy potente carga visual como podéis ver en esta portada.
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Foto: © Javier Murcia |
Podéis ver su pequeño portafolio en este artículo de la revista Buceadores
Numerosos premios fotográficos avalan sus magníficas fotos y podéis seguir su trabajo en este link de Facebook.
Si encontramos este árbol en unas dunas puedo asegurar que ha sido plantado.
Se trata del conocido ciprés o Cupressus sempervirens.
Foto: V. Aparici |
Aunque esta longeva especie la asociamos a los cementerios (impronta de la cultura griega), es plantado en las dunas para que frene el viento que azota las dunas.
Desde su isla de origen, Chipre, de la que recibe su nombre, romanos y árabes descubrieron su vertiente más lúdica y lo extendieron por la cuenca del Mediterráneo, formando parte de sus jardines.
Las vacaciones veraniegas son propicias para la lectura acumulada para tal periodo.
Los japoneses en una sola palabra definen el acto de comprar un libro y dejarlo sin leer apilado junto otros libros no leídos en espera de su lectura. Esta sintética palabra es Tsundoku.
En sus primeras páginas encontré una verdad tan evidente que nadie se lo había planteado nunca y que reproduzco aquí:
«A través de la contaminación y especialmente a través de la sobrepesca, ya hemos cambiado el océano; ya no es un desierto intacto. "El daño es tan generalizado", escribió Paul Dayton, ecólogo marino de la Scripps Institution of Oceanography de California, al comentar a principios de 1998 sobre el último informe de sobrepesca:
que puede ser imposible conocer o reconstruir el ecosistema. De hecho, cada generación sucesiva de biólogos tiene expectativas marcadamente diferentes de lo que es natural, porque estudian sistemas cada vez más alterados que tienen cada vez menos versiones. Esta pérdida de perspectiva va acompañada de menos experiencias humanas directas (o incluso recuerdos) de sistemas que alguna vez no fueron perturbados».
El libro está cargado de anécdotas como la del batiscafo Trieste y su primera inmersión en una fosa oceánica profunda. Y, como no, esa vez viajamos tan profundo para acabar contaminando, ya que los tanques de lastre soltaron, para volver a emerger, petróleo.