Para finalizar el año, os presento a un molusco bivalvo que parece una ostra pero que no lo es.
De concha muy frágil e irregular destacan sus dos expansiones laterales llamadas orejas o aurículas (esto no estaba en el glosario malacológico II) de la que destaca la posterior que llega a ser unas 6 veces más larga que la anterior. Interior nacarado blanco.
Foto: V. Aparici |
Le gusta cierta profundidad (200 m) sobre la plataforma continental. Suele fijarse a las gorgónias (animales sésiles de los que algún día hablaremos) y sobre rocas cubiertas de arena o lodo. Y lo logra gracias a su byssus o biso, que son unos filamentos que segregan los bivalvos para fijarse a un sustrato. Seguro que lo recordareis si os digo que son los pelitos del mejillón.
Este animal recibe el nombre artístico de Pteria hirundo. Es una especie rara de encontrar y su distribución incluye nuestro Mediterráneo y las aguas atlánticas desde Marruecos hasta el Canal de la Mancha.
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