Esto que vemos en la foto es una holoturia o pepino de mar de pequeñas dimensiones encontrada en el mar de Alborán y que, en su día me regaló mi compañera de laboratorio, Eva.
Este animal recibe el complicadísimo nombre de Leptopentacta tergestina (aunque cuando me lo regaló se llamaba Trachythyone tergestina).
A pesar de su aspecto de gusano, dispone (como buen equinodermo que es) de pies ambulacrales en la zona ventral que le permite desplazarse, excavar o fijarse al sustrato.
Algunas holoturias se alimentan de partículas en suspensión (suspensívoras) o mezcladas en el sedimento (detritívoras).
Esta especie habita fondos fangosos, detríticos –mezcla de elementos orgánicos como conchas, caparazones y de origen inorgánico como gravas y arenas– y praderas de Posidonia y Caulerpa (un alga que también forma praderas).
A pesar de su aspecto de gusano, dispone (como buen equinodermo que es) de pies ambulacrales en la zona ventral que le permite desplazarse, excavar o fijarse al sustrato.
Algunas holoturias se alimentan de partículas en suspensión (suspensívoras) o mezcladas en el sedimento (detritívoras).
Esta especie habita fondos fangosos, detríticos –mezcla de elementos orgánicos como conchas, caparazones y de origen inorgánico como gravas y arenas– y praderas de Posidonia y Caulerpa (un alga que también forma praderas).
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