En uno de mis paseos por el puerto, al lado de una inmensa red de arrastre de fondo encontré un trozo desprendido de alguna reparación, y se vino a casa.
Foto: V. Aparici |
En la entrada llamada Gran erizo, ya os hablé de este tipo de arte. Debido a las fuerzas a las que son sometidas estas redes, cada parte está confeccionada con una mallas de dimensiones diferentes (a esto se le llama luz de malla).
Para entenderlo mejor vamos a usar el magnífico esquema que nos ha dejado reproducir el amigo Antonio, de la Asociación Chelonia que se dedica, en una de sus múltiples áreas de acción, a la protección de tortugas marinas.
Fuente: www.tortugasmarinasespana.org |
En este dibujo podemos intuir que la parte final o copo será la que soporte más peso, la más resistente y la que menos luz de malla tenga.
El trozo que me encontré pertenece a las bandas o alas y es la red que más espacio ocupa de todo este tinglado. Esta parte tiene que dejar pasar el agua fácilmente para no ofrecer resistencia al arrastre y permitir el escape de ejemplares de peces juveniles por debajo de la talla comercial.
Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com
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