Ya he comentado alguna vez que los insectos, que son el grupo de animales con más especies (aproximadamente, un millón), no son muy comunes en la zona martima y en la zona marina, casi inexistentes.
De encontrarlos, o son visitantes ocasionales, o aparezcen muertos en algún arribazón con materiales terrestres.
Este es el segundo caso.
Foto: V. Aparici |
Se trata de una cigarra, un insecto homóptero con una vida extraña.
Una vez se aparean sus progenitores, se produce la puesta en lo alto de un arbol y al eclosionar caen al suelo y se entierran para sobrevivir de los nutrientes de la raíz del arbol que las vió nacer. A los dieciseis años, abandonarán entonces su vida subterránea para subir al arbol que nació y mudar a estado adulto para reproducirse como hicieron sus progenitores.
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