Foto: V. Aparici |
Siento decepcionaros si pensais que vais a ver alguna lapa de este tamaño en estas latitudes del Mediterráneo (y esta no es de las más grandes). Tendréis que bajar hacia el sur, a las costas andaluzas o a los territorios norteafricanos.
El encontrar este ejemplar en uno de mis cajones "petxineros", me ha evocado mi época de facultad, ese cielo nocturno africano indescriptible y sobre todo a unas islas, las Chafarinas. Junto al amigo Javier y otros colegas que fielmente siguen el blog, iniciamos allí el censo de esta especie, bajo el amparo de la Dirección General de Conservación de la Naturaleza. Él ha seguido investigando y yo no.
Javier, gran conocedor de la vida y milagros de esta lapa, opina que su nombre vulgar de lapa ferrugínea es bastante inapropiado ya que deriva de su nombre cientifico Patella ferruginea, por sus concreciones que aparecen en su concha y que semejan óxido. La palabra correcta debería ser lapa ferruginosa. Yo me adhiero a la causa.
Si queréis conocer más sobre el tema, Javier dispone de una página de Facebook dedicada a ella y además es el autor de esta entrada de la wikipedia.
Especie protegida en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas (en peligro de extinción), los anexos II del Convenio de Barcelona, II del Convenio de Berna y IV de la Directiva Hábitats.
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