Cuando compramos almejas en el mercado, probablemente adquirimos esta.
Foto: V. Aparici |
Estamos ante la almeja japonesa o Ruditapes philippinarum (más bien debería llamarse almeja filipina).
Es una especie introducida para su cultivo y que ahora vive libre, entrando en desleal competencia biológica con la llamada almeja fina o Ruditapes decussatus, común en el Mediterráneo, al igual que Polititapes rhomboides, a la que los pescadores andaluces llaman almeja chocha.
Estas dos últimas las podemos encontrar desde Noruega (incluyendo las islas británicas e Irlanda) hasta Marruecos, pasando por nuestro Mediterráneo.
R. desussatus es común en la desembocadura de los cursos fluviales en fondos de aguas tranquilas de arena enfangada y a muy poca profundidad (5 m). Actualmente su población está en completa regresión.
P. rhomboides prefiere los fondos de arena gruesa y mayor profundidad, llegando hasta los 180 m.
¡A ver si tenemos suerte la próxima salida y las encontramos!
Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com
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