Este post iba a llamarse deconstrucción de un calamar patogónico.
En la limpieza de la cena, había diseccionado uno de los calamares, consiguiendo la pluma, el pico de loro y un cristalino del ojo.
Al día siguiente y con luz natural, como es costumbre en las fotos del blog, el cristalino se había vuelto opaco y el diminuto pico de loro se había roto.
Así que esto es lo único decente que ha quedado.
Foto: V. Aparici |
En un post reciente ya hablamos de sepias, pulpos y calamares.
En las sepias, la única estructura que queda de la concha interna es el sepión o mal llamado hueso; en los calamares, la pluma; y en los pulpos ya no hay rastro alguno de ella (salvo el Nautilus).
Esta pluma también recibe el nombre de gladio por su semejanza a la espada hispánica, gladius hispaniensis, que adoptaron las legiones romanas.
Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com
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