Esta vez se nos ha cruzado un maestro del camuflaje, como podéis ver.
Foto: V. Aparici |
Se trata de otra ave vinculada al medio litoral, el correlimos común o Calidris alpine.
Otra especie limícola muy común en nuestras costas mediterráneas y atlánticas.
Las aves limícolas se alimentan de animales invertebrados que localizan con su pico, bajo arenas, fangos y limos en zonas litorales e intermareales. Y lo hacen picoteando el sustrato húmedo como si fueran una máquina de coser. No hay nada como tener un pico con muchas terminaciones nerviosas que les sirve de sonda para localizar a los pobres animales que se sienten protegidos bajo el fango y la arena.
Este ejemplar que hemos podido fotografiar ya presenta rasgos del plumaje estival, pero aún conserva la panza blanca característica del pulmaje invernal.
Poco le faltará para irse a su zona de cría, nada más y nada menos que las zonas circumpolares y subárticas donde permanecerá para volver en otoño tal como se fue, en bandadas volando en un vuelo perfectamente sincronizado.
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