Nada más alegra a un cazatesoros que el final de un temporal.
Y con esa alegría me he acercado a mi territorio de caza.
Esa alegría me ha durado hasta que he pisado la playa y me he encontrado de nuevo arribazones de basura, ya que las lluvias torrenciales han desembocado cantidad de material de origen terrestre (mascarillas, aplicadores de tampones, preservativos, palitos de limpieza de oídos, tapones de plástico, bolitas de porexpan, etc.) que el mar se ha limitado a devolverlo.
Foto: V. Aparici |
Llegados a este punto solo me quedan dos opciones: o me deprimo, o empiezo a cazar mierda.
Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com
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