Esta vez nos hemos encontrado con una sola valva de un ejemplar juvenil de Solecurtus strigilatus.
Foto: V. Aparici |
Una de sus características es que su gran cuerpo no puede esconderse dentro de sus dos valvas. Esto no presenta un problema para su protección frente a los predadores, ya que los ejemplares adultos viven enterrados en la arena a más de un metro de profundidad. Para ello dispone de dos sifones anillados que se alargan hasta la superficie y que son fácilmente regenerables a voluntad (como el rabo de las lagartijas) si estos son atacados.
Los moluscos adultos de esta especie llegan a medir 10 cm de longitud de concha y prefieren aguas poco profundas, entre 1 y 50 m.
Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com
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