Los especialistas en ballenas reconocen a los individuos por las heridas en piel y aletas, y por la forma de las colonias de los blancos balanos que crecen sobre su piel.
En cambio, si cogemos cinco aves de la misma especie, edad y sexo, nos sería complicado direnfenciarlas incluso teniéndolas en la mano, a menos que alguna presente alguna característica morfológica que la individualice a nuestros ojos.
El marcaje de animales para su posterior identificación ha sido una técnica naturalística que ha dado muy buenos resultados.
Gracias a ello, y muchísimo antes de inventar el GPS, sabemos los patrones de migración de las aves, dónde crían y dónde hibernan. Y todo ello simplemente poniendo una anilla identificativa en la pata de un ave, que puede ser metálica o de plástico.
Foto: V. Aparici |
Toda esa información se recopila en la Oficina de Especies Migratorias, concretamente en el banco de datos. Así que, si encontráis alguna anilla o ave muerta, que aún la lleve en sus patas, podéis enviar la información del código y el lugar donde se encontró a este mail: anillamiento@seo.org.
Como premio os remitirán todos los datos que se han compilado del ejemplar propietario de la anilla.
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