Foto: V. Aparici |
Aquí tenemos una pequeña alga verde muy común que también recubre praderas, más bien céspedes. Se trata de Caulerpa prolifera.
Esta alga autóctona del Mediterráneo, puede crecer sobre fondos de arena y fango o sobre rocas a no más de 20 metros de profundidad. Le gustan las aguas cálidas y con poco oleaje. Ofrece alimento a muchísimas especies bentónicas (que viven ligadas a los fondos marinos) y ejerce un efecto fijador del sustrato gracias a sus estolones, estabilizando los fondos al igual que la Posidonia oceanica.
Quizás este nombre os suene de hace algunos años cuando una especie tropical, Caulerpa taxifolia –que estaba confinada en el Museo Oceanográfico de Mónaco–, escapó en 1984 durante una limpieza de acuarios.
Hoy en día, esta alga ha colonizado muchísimos fondos favorecida por las actividades de buceo, pesca y anclaje de barcos (ya que al arrancarla favorecemos su proliferación). Al expandirse compite con las algas y fanerógamas, ganándoles la batalla; y al ser una especie tóxica no hay animal que se la coma. Por este motivo, aquellos animales bentónicos que sean incapaces de desplazarse y huir, mueren de hambre. Actualmente cubre varias zonas que en conjunto suman en el Mediterráneo unos 10.000.000 m2.
Ambas especies son dos caras del mismo género biológico: una, excelente para la vida marina mediterránea y la otra está incluida en la lista «100 de las especies exóticas invasoras más dañinas del mundo», realizada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
La temida Caulerpa taxifolia. Fuente Wikipedia (The Southwest Regional Office of the National Marine Fisheries Service) |
Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com
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