La gorgonias pertenecen al grupo de corales y, aunque podrían confundirse por su aspecto arbóreo con algas o plantas marinas, en realidad son unos verdaderos animales.
Aquí os presento un esqueleto de uno de estos cnidarios sésiles del que me veo incapaz de determinar su especie.
Foto: V. Aparici |
El esqueleto es córneo (formado por una proteína exclusiva: la gorgonina) y no calcáreo como se debería esperar de un coral.
Puede formar grandes extensiones en zonas con bastante corriente para que puedan capturar las partículas y pequeños organismos que les lleva el agua. Ni que decir que esa densidad «boscosa» es una oportunidad de refugio y cria de muchísimos organismos marinos.
Algunas gorgonias poseen algas simbióticas capaces de realizar la fotosíntesis, esto implica que deben estar cerca de la zona donde penetra la luz. El resto podemos encontrarlas a cualquier profundidad.
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