Cuando el tiempo no acompaña para un veraniego día de playa, otros habitantes aprovechan para echar unas horas buscando comida.
Es el caso del correlimos tridáctilo (vaya nombre) o Calidris alba.
Foto: V. Aparici |
Cuando el tiempo no acompaña para un veraniego día de playa, otros habitantes aprovechan para echar unas horas buscando comida.
Es el caso del correlimos tridáctilo (vaya nombre) o Calidris alba.
Foto: V. Aparici |
Nada más triste que empezar un paseo a la orilla de mar y encontrarse con esto:
Foto: V. Aparici |
En un principio creía que era el temido porexpan. Ante mi asombre era yeso o escayola.
Después de un breve paseo que se interrumpe por la urgencia de un colector (y que esta vez no me atreví a pasar, visto el inquietante color del agua que vertía), me di cuenta que la otra parte de la playa (norte) estaba totalmente limpia.
No hace falta ser un genio para montar el rompecabezas y descubrir como se vierten objetos sólidos sin ningún control en nuestras playas.
Esta vez tenemos en nuestro ecosistema dunar otra especie exótica proveniente del África oriental.
Se encuentra en los bordes de caminos y no es especie invasora ya que se ha naturalizado. Es decir, se han establecido en el medio natural sin alterar el ecosistema, manteniendo tasas de crecimiento que les permite mantener las poblaciones colonizando pero no invadiendo otras zonas.
Es el caso de la gramínea Cenchrus longisetus.
Foto: V. Aparici |
En su día ya pusimos unas fotos del amigo Jorge realizadas desde su tabla de paddel surf de un bellezón de medusa. Aquí tenéis el recordatorio.
Podéis volverlas a ver y comparar con lo que le pasa a un animal que contiene un 95% de agua en su cuerpo, cuando se queda varada en la playa.
Esa es la foto de como se queda la medusa huevo frito o Cotylorhiza tuberculosa. Perdida total de glamour.
Foto: V. Aparici |