Una de las ventajas de viajar es el poder ver especies que no suelen encontrarse en la costa mediterránea, sobre todo si cambias de mar como es el caso de Irlanda.
Este el el caso de la gaviota argéntea, totalmente atlántica, y que responde al nombre artístico de Larus argentatus.
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| Foto: V. Aparici |
A diferencia de la gaviota patiamarilla, presente tanto en el atlántico como en el Mediterráneo, sus patas rosadas delatan su especie.
Este ejemplar esta acabando de mudar a su plumaje estival quedando restos del invernal en alas y cola.
Es una especie difícil de ver incluso en las costas cantábricas. Pero como en su zona de hibernación incluye Irlanda, ahí las tienes para hartarte.
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