Gibbula

A la mayoría de los miembros de esta numerosa familia, la Trochidae, se las conoce como peonzas y todos tienen un opérculo córneo.

Foto: V. Aparici

Esta en concreto es Gibbula magus. Es de las de mayor tamaño dentro de la familia.

Gran ramoneadora, sobre algas y rocas, la podemos encontrar desde la zona de rompiente, de playas rocosas, hasta el infralitoral en fondos de maërl.

Ahí os he pillado. Se denominan fondos de maërl o de rodolitos a la acumulación de distintos géneros de algas rojas coralinas que calcifican sus tallos ramificados y que crecen 1 mm al año recubriendo cualquier pequeña partícula suelta. En estos fondos, solo esta viva la capa superficial de cada núcleo que recubren, pero forman un hábitat excelente para los invertebrados marinos y para algún que otro anfioxo (este ya corre por vuestra cuenta).

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Berberecho

Aquí tenéis a un berberecho. 

Si bien hay dos especies del mismo género (es decir, congéneres, o lo que es lo mismo, muy emparentados) que reciben este nombre común.

Este ejemplar que os presento, responde al nombre de Cerastoderma glaucum, y del otro, ya hablaremos.

Foto: V. Aparici

Especie muy común y poco amante de las profundidades, pocas veces la encontraremos a más de 4 metros de profundidad. Prefiere los fondos con arena y fango en zonas próximas a desembocaduras de ríos, albuferas y lagunas salinas.

Esto indica que es una especie eurihalina, ya que tolera niveles muy distintos de salinidad.

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Una de almejas

Cuando compramos almejas en el mercado, probablemente adquirimos esta.

Foto: V. Aparici

Estamos ante la almeja japonesa o Ruditapes philippinarum (más bien debería llamarse almeja filipina).

Es una especie introducida para su cultivo y que ahora vive libre, entrando en desleal competencia biológica con la llamada almeja fina o Ruditapes decussatus, común en el Mediterráneo, al igual que Polititapes rhomboides, a la que los  pescadores andaluces llaman almeja chocha.

Estas dos últimas las podemos encontrar desde Noruega (incluyendo las islas británicas e Irlanda) hasta Marruecos, pasando por nuestro Mediterráneo.

R. desussatus es común en la desembocadura de los cursos fluviales en fondos de aguas tranquilas de arena enfangada y a muy poca profundidad (5 m).  Actualmente su población está en completa regresión.

P. rhomboides prefiere los fondos de arena gruesa y mayor profundidad, llegando hasta los 180 m.

¡A ver si tenemos suerte la próxima salida y las encontramos!

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Esta es fácil

Como el título del post indica, esta alga es inconfundible y muy común.

En el Mediterráneo no hay otra que permita confundirla, sobre todo si está viva y no como en nuestro caso.

De pequeño tamaño, destaca su forma de abanico en espiral (que recuerda casi un embudo).

Su nombre es Padina pavonica y su nombre se debe a que recuerda la cola de pavo real.

Foto: V. Aparici

Por el color ya podréis adivinar que forma parte de las algas pardas, pero en vida ese color queda disimulado por unas franjas blancas calcificadas como podéis ver aquí debajo.

Foto: Mattthieu Sontag (Marsella). Licencia CC-BY-SA. 

Para encontrarla debemos buscar zonas de aguas tranquilas y cálidas. Vive en los primeros 20 metros de profundidad, tanto en fondos rocosos como de arena. Eso sí, son fondos bien iluminados, donde cohabita con otras algas que tienen los mismos gustos.

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Otra ostra

Esta ostra sí que es característica del Atlántico europeo y del Mediterráneo. 

Conocida por el nombre de Ostrea edilis, es muchísimo más plana y circular que la Crassostrea gigas. Gastronómicamente también le saca ventaja a su pariente invasor.

Estos longevos moluscos puede llegar a vivir unos 30 años y son hermafroditas, como muchos caracoles terrestres. Sin embargo, a diferencia de estos –que presentan al mismo tiempo los dos sexos– son machos o hembras al comienzo de la temporada reproductora y alternan de sexo después de cada ciclo reproductivo. Como hembras pueden poner mas de un millón de huevos que son fecundados en el interior de sus valvas por espermatozoides liberados en el mar y que son capturados por filtración.

Habita tanto fondos rocosos como blandos (arenas, fangos, etc.) entre 0 y 30 m de profundidad.

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