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sábado, 26 de febrero de 2022

Tragoncete

Los paseos por la dársena donde amarran y descargan los barcos de pesca de arrastre, no son siempre tan fructíferos como pensáis.

A veces hay que asomar el hocico dentro de los barcos amarrado y ver si se han dejado alguna cosa interesante. En caso afirmativo se presenta otro problema: ver si hay aun algún pescador dentro (para que te lo ceda amablemente) o, en caso contrario, esperar a ver si está al alcance de mis brazos, para no allanar el pesquero y llevarme un merecida reprimenda.

Este no es ninguno de los supuestos que os he contado. Mi objetivo estaba centrado en coger dos ejemplares de preciosos juveniles de Pinna.

En el intento fallido observé una rocambolesca escena, que es lo único que me llevé ese día: esta foto.

Foto: V. Aparici

Se trata de un pequeño rape, posiblemente Lophius piscatoriusque intenta ba devorar a otro pez. 

Esta escena imagino que tuvo su origen en el interior del copo de la red de arrastre, donde se concentran las capturas. El estrés producido en la captura no evita que algunos decidan morir comiendo.


miércoles, 23 de febrero de 2022

Geomorfologia playera

Revisando entradas antiguas me encontré con la entrada titulada Costas rocosas. En ella se describe el perfil de este tipo de rocas.

Seguidamente busqué la de costas de arena y para mi sorpresa, y después de 350 entradas, no la había hecho.

Así que, raudo y veloz, me puse a realizar esta ilustración, adaptada a las playas que más frecuento: las de arena del levante español, para que acompañe a mis explicaciones. Como veréis he obviado la zona de influencia de marea, que en esta zona no llega ni a los 20 cm de amplitud.


Gráfico: V.Aparici

Toda persona que haya disfrutado de un baño veraniego en la playa, se ha dado cuenta de que cuando ya has superado las olas rompiendo, vuelves a emerger para después volver a pillar profundidad. Acabamos de superar la barra litoral y hemos llegado a una zona donde el oleaje no rompe. Es la zona de formación de trenes de olas.

La zona de rompiente es donde lo pasamos peor, ya que estamos encima del canal. Al disminuir la profundidad del agua, al toparse con la barra litoral, la ola cambia de configuración y rompe sobre nosostros.

La zona de salpicaduras comprende desde la orilla a las dunas. Aquí el agua de mar llega por el spray generado al romper o en temporales donde puede llegar a cubrir la mayoría de la arena.

La zona de dunas ya pertenece al ambiente marítimo. Este cordón litoral parapeta el oleaje y el viento, creando un ecosistema propio del que algún día hablaremos.


miércoles, 16 de febrero de 2022

Mermas de enero

El mes de enero suele aparecer un fenómeno meteorológico que en las costas catalanohablantes (Cataluña, islas Baleares y Comunidad Valenciana) reciben el nombre de minves o seques. y que en castellano reciben el nombre de mermas.

Las altas presiones que suelen haber en este mes, producen un efecto de bajada del nivel del mar (entre 20 y 40 cm) y una mar plana con muy poco o escaso oleaje.


Islas Chafarinas. Foto: Javier Guallart

Se pueden presentar en cualquier mes de invierno, pero enero es, estadísticamente hablando, más anticiclónico. El efecto de las altas presiones sobre el mar, ejerce una mayor presión atmosférica, comprimiendo el aire de superficie y empujando el agua hacia abajo.

Este fenómeno llama la atención en la orilla del mar, donde afloran rocas que no suelen ser visibles en la superficie.

Joan Maragall en 1891 publicó esta poesía «les minves de gener» y que posteriormente Joan Manuel Serrat recitó en su lengua de origen.

Como podéis ver, he tenido que pedir prestada una foto al amigo Javier. Así que me ha mandado una merma en las islas Chafarinas, tomada desde la isla de Isabel II y donde se observa la isla de Congreso en segundo plano con Marruecos al fondo.

Puedo afirmar rotundamente que los del comité de expertos tenemos un vínculo emocional con estas islas africanas.



jueves, 10 de febrero de 2022

¡Uf!

La determinación de estos ejemplares capturados mediante pesca de arrastre en dos puertos y años distintos: el de Borriana en el 2019 y el Grao de Castelló en el 2022, ha sido toda una aventura.


Arriba captura del puerto de Borriana y abajo del Grau de Castelló. Foto: V. Aparici


Esta gambita presenta una serie de esculturas en cefalotórax y abdomen que presagiaban una fácil determinación.

En vista de que no aparecía por ninguna parte, involucré al amigo Jordi i Javier del comité de expertos. La verdad es que al final encontré una referencia en la famosa obra de Rupert Riedl (1986): Fauna y Flora del Mar Mediterráneo. Una vez conocido el nombre científico (aunque antiguo) apareció en todos los otros trabajos consultados y más específicos aunque no tan bien dibujados. De ahí La desesperación.

Es el caso del trabajo de Juan E. Guillen Nieto (1990): Guía ilustrada de los crustáceos decápodos del litoral alicantino, donde reproduzco la ilustración para que juzguéis. Aún así, esta anécdota no le quita para nada la importancia de este trabajo para la biología marina del mediterráneo español.


Ya habréis averiguado, por la ilustración el nombre artístico de esta gambita, pero una vez más hay que cambiarlo a Aegaeon cataphracta.

Bastante habitual en fondos de arena y de arena fangosa entre 20 y 50 metros de profundidad. Puede aparecer a menor profundidad, en arrastres tellineros.

miércoles, 2 de febrero de 2022

Atardecer

La última noche de enero nos despidió con un potente viento que impidió la salida de los barcos de pesca de cerco.

Como había que aprovechar la ocasión iniciamos, al siguiente día por la tarde, una búsqueda de tesoros que, aunque fue poco productiva, nos dejo estas imágenes.



Fotos: V. Aparici

Como podemos ver el temporal ha arrastrado hacia la superficie rocas, algunas de dimensiones considerables.

Al menos nos pudimos deleitar observando a nuestros queridísimos correlimos patinegros (Charadrius alexandrinus) con su plumaje invernal. Incansables, repetían, una y otra vez, un ciclo que consistía en acercarse a la zona de swash (o de barrido de ola), alimentarse, y huir cuando llegaba la ola.