Acabo de encontrar una nueva publicación, esta vez online, sobre gasterópodos del mar Mediterráneo y que podéis ver o descargar aquí.
Realizado por el buceador y fotógrafo marino Florencio Caballero, este libro intenta ilustrar unas 140 especies de moluscos gasterópodos marinos de nuestro amado mar.
Desgraciadamente solo puedo destacar de este trabajo las fotos que, eso sí, muestran ejemplares vivos, recortados sobre fondo negro, y no solo sus conchas como en la mayoría de las guías.
La pena del esfuerzo es que se ha visto difuminado por los fallos imperdonables en cualquier publicación de estas características y que paso a enumerar.
En primer lugar, la distribución de especies es un caos, ya que solo atiende al orden alfabético del nombre científico, lo que no se acoge a ninguna norma ni lógica. Cualquier guía que se precie tiene un orden sistemático donde se reúnen las especies de una misma familia. Esto representa una ventaja a la hora de comparar especies muy parecidas, pero con nombres diferentes.
En segundo lugar, me falta una introducción y un índice. Con un apartado bibliográfico sería más correcto.
Por último, la faceta de diseñador gráfico del autor ha primado frente a la de fotografo marino. Por cuestiones de estética, creo pensar, ha invertido muchas imágenes. Esto que parece una tontería es el principal e imperdonable error del trabajo, ya que ha convertido especies dextrógiras en levógiras.
Ahora os aclaro el término. Al igual que en nuestra especie, hay conchas zurdas dentro de una misma especie pero son muy raras y objeto de coleccionismo. Normalmente se ilustran con los ejemplares más comunes para facilitar la identificación. Si cogemos una concha de caracol y ponemos el ápice más alejado de nuestros ojos, la abertura si queda a la derecha, es dextrógira; y si queda a la izquierda, levógira.
Para ilustrarlo, he clonado mi ejemplar de Ocenebra erinacea para que veáis lo rara que queda esta inversión fotográfica, que no es real.
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Foto: V. Aparici
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A la izquierda, la verdadera dextrógira y a la derecha la falsa levógira. En nuestro mar hay especies cuya forma más común es la levógira, como el caso de Neptunea contraria, cuyo nombre lo dice todo.
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Neptunea contraria. Ejemplar propiedad de la Facultat de Ciencias de la Universidad de Málaga
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Este detalle echa por tierra todo este trabajo y espero que sea corregido en breve.
