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miércoles, 30 de septiembre de 2020

Tres en uno

Revisando las fotos de la carpeta «SAND», donde guardo los tesoros en su formato virtual, he encontrado esta foto que había aparcado esperando recopilar más información.

Foto: V. Aparici

 

Se trata de una esponja, posiblemente pertenece a la especie Ircina oros, pero tengo mis dudas.

 

Si es esta especie se trata de una especie que habita grutas y fondos coralígenos, dominados por corales, gorgónias y esponjas. Carece de espículas (únicos elementos esqueléticos que posee este grupo de animales) y es masiva (crece revistiendo las rocas).

 

La sorpresa vino al dejarla secar y deshidratarse. Atravesando los ósculos (orificios de salida de las corrientes de agua que la atraviesan para nutrirse) empezaron a salir unos pequeños animalitos.

 

Se trata de anfípodos, unos diminutos crustáceos que, a diferencia de los decápodos, no disponen de caparazón y cuyo cuerpo está dividido en tres partes: cabeza, tórax y abdomen. Para ser más técnicos: cefalón, pereión y pleón.

 

Debido al lugar en el que se ocultaban, estos bichitos son bentónicos, pero dentro de las 7000 especies descritas hay muchas planctónicas. 

 

Poseen un montón de patas que les permiten realizar tres movimientos distintos; con los tres primeros pares de patas abdominales pueden nadar y girar; con las patas torácicas (de 5 a 7 pares) pueden correr y trepar; y con los tres pares de patas traseras abdominales —y desplegando el extremo posterior— pueden saltar hasta un metro.

 

Observando mejor la foto podemos ver en la parte inferior otro crustáceo de color anaranjado. Se trata seguramente de un anisópodo.

 

Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com

 

domingo, 20 de septiembre de 2020

Por las pinzas me conoceréis

Esta pinza izquierda pertenece a un crustáceo decápodo, concretamente a un cangrejo.

De momento, esta es la primera entrega cual coleccionable semanal por fascículos. Al final, si la paciencia no me traiciona, espero poder montar un ejemplar entero.

Foto: V. Aparici


Se trata de Eriphia verrucosa y, aunque no es el único cangrejo con pinzas negras, sí es de los más comunes.

Este animal es muy conocido entre los infantes atrapa cangrejos de las escolleras.

Es la especie más belicosa del litoral; siempre dispuesto a ofrecer batalla en vez de huir y especialista en pillar dedos incautos. 

Sus pinzas, normalmente desiguales presentan unos tubérculos o verrugas que le dan el nombre.

Vive siempre en aguas someras (de 0 a 15 metros de profundidad) y en ambientes rocosos bien batidos por el oleaje, entre agujeros y grietas.

En las Islas Baleares es una especie culinaria muy apreciada, pero su declive viene vinculado a la masificación urbanística y a la contaminación.

Se tiene constancia de que este gran guerrero, nocturno y voraz, se ha mostrado eficaz en la lucha biológica contra el molusco invasor asiático Rapana venosa, que de momento aún no ha invadido nuestras costas.



Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com

jueves, 17 de septiembre de 2020

Arte abstracto


La naturaleza casi siempre supera el arte y esta vez lo ha imitado.

Lo que os presento hoy es el biofouling o seres vivos que viven incrustados en una superficie sólida. 
En este caso se trata de una de las boyas amarillas que se utilizan en verano para demarcar las salidas de embarcaciones desde la orilla de la playa.
Foto: V. Aparici
Esta fotocorresponde, claro está, a la parte sumergida. En la parte emergida destacan los tonos blancos generados por el guano de las gaviotas que allí se posan. 

Centrándonos en la foto, me recuerda a las obras del maestro del expresionismo abstracto Jackson Pollock. 

Poseía un método de pintura muy original que consistía en poner el lienzo en el suelo para poder integrarse en él; ser parte física de la tela, caminando alrededor y trabajándolo en todas las direcciones.


Jackson Pollock (1943). Untitled (Composition with Pouring I)



Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com

viernes, 11 de septiembre de 2020

El gran Hidalgo

En este país si se quiere rendir tributo al estudio de los moluscos, tanto terrestres como marinos, hay que hablar indiscutiblemente de la figura de D. Joaquín González-Hidalgo y Rodriguez (1839-1923).


Nació, estudió y vivió en Madrid y en su bachillerato fue improntado por el médico y naturalista Sandalio Pereda. A la hora de elegir carrera universitaria se inclinó hacia la Medicina, pero en su corazón ya pertenecía a las Ciencias Naturales.

En la Medicina encontró profesores que fueron alimentando esa pasión por el mundo natural. Una vez licenciado en Medicina y Cirugía, prosiguió sus estudios licenciándose en la Facultad de Ciencias, sección de Naturales y dos años después se doctoró en esa misma facultad.

Desarrolló todo su trabajo en la capital y fue el encargado de dotar a la colección general del Museo Nacional de Ciencias Naturales de una colección de nueve mil conchas terrestres y marinas de Filipinas, Antillas, América y España.

De toda su vasta obra malacológica destacamos la que más nos interesa; se trata de Moluscos marinos de España, Portugal y Baleares (1870-1890), obra incompleta (publicada en 17 entregas de texto y 20 de atlas) que contiene excelentes dibujos como podéis ver aquí.



Esta obra es un incunable y muy difícil de adquirir, pero aquí lo tenéis en PDF.

Si queréis conocer más detalles de este magno personaje podéis consultar el siguiente artículo en el que me he basado para escribir este blog: Azpeitia Moros, F. (1923).
El Doctor Hidalgo y sus publicaciones malacológicas.
Revista de la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, 21, 58-120.

Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com

domingo, 6 de septiembre de 2020

Un comensal inesperado

Durante la ya habitual limpieza del calamar patagónico para su posterior cocinado e ingestión, me he encontrado este marciano personaje escondido dentro del manto de un calamar.

Foto: V. Aparici

Se trata de un crustáceo, concretamente un isópodo, familiar de las cochinillas de la humedad que encontramos en tierra firme. Pertenece a la familia Serolidae.

Su forma aplanada y la disposición de los ojos nos delatan que se trata de un animal bentónico. En realidad, vive sobre fondos de arena en aguas tranquilas y frías a poca profundidad, pudiéndose ver al bajar la marea.

Eso sí, necesitaréis ir a la Tierra de Fuego donde el océano Atlántico y el Pacífico se encuentran.

A mí me recuerda a los extinguidos trilobites y, en este sello de las Islas Malvinas, la especie representada no deja espacio para la duda.



Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com