Diente

Uno de los defectos de los cazatesoros, y que llevamos muy mal, es el que otra persona encuentre algo que no has visto al pasar cerca. Y mucho más si es un alumno de primer curso de la ESO.

Durante una salida de campo con los alumnos y alumnas, Florin encontró esto:

Foto: V. Aparici

¡Que envidia (sana o no)! Había encontrado un diente de tiburón, concretamente perteneciente a un marrajo o Isurus oxyrinchus.

Es extremadamente raro encontrar un diente de tiburón, a pesar los muchos que tienen y que los van renovando continuamente a lo largo de su vida. Esta especie habita en la zona pelágica o de aguas abiertas, lejos de la costa y está en peligro de extinción.

También conocido como mako, ha sido masacrado por la pesca  comercial con redes de deriva. Su descomunal fuerza parece ser un reto para la pesca deportiva, con lo que tampoco le ha ayudado a sobrevivir. Por si fuera poco, tiene una tasa de reproducción muy baja.

Como curiosidad os adjunto un documento de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) que propone sacarlo de su actual estatus de conservación de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza).

Al final y muy a mi pesar, hice la foto y devolví este tesoro, debidamente etiquetado, a su descubridor.

Os dejo con dos imágenes del animalito y su mandíbula inferior.

Feliz año nuevo.

Foto: Patrick Doll

Foto: Joxerra Aihartza

Anillas viajeras

Los especialistas en ballenas reconocen a los individuos por las heridas en piel y aletas, y por la forma de las colonias de los blancos balanos que crecen sobre su piel.

En cambio, si cogemos cinco aves de la misma especie, edad y sexo, nos sería complicado direnfenciarlas incluso teniéndolas en la mano, a menos que alguna presente alguna característica morfológica que la individualice a nuestros ojos.

El marcaje de animales para su posterior identificación ha sido una técnica naturalística que ha dado muy buenos resultados.

Gracias a ello, y muchísimo antes de inventar el GPS, sabemos los patrones de migración de las aves, dónde crían y dónde hibernan. Y todo ello simplemente poniendo una anilla identificativa en la pata de un ave, que puede ser metálica o de plástico.

Foto: V. Aparici

Toda esa información se recopila en la Oficina de Especies Migratorias, concretamente en el banco de datos. Así que, si encontráis alguna anilla o ave muerta, que aún la lleve en sus patas, podéis enviar la información del código y el lugar donde se encontró a este mail: anillamiento@seo.org. 

Como premio os remitirán todos los datos que se han compilado del ejemplar propietario de la anilla.

Cuestión de tiempo

De nuevo, una salida con mis alumnos me ha aportado nuevos conocimientos para la causa.

Visitando el Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca hemos descubierto que la zona de las dunas fósiles, de las que ya os he hablado en este blog,  antes fue un asentamiento del Neolítico donde restos de cerámica se quedaron unidos a la arena hasta que el mar los liberó de nuevo.

Pero como en todo yacimiento, las diferentes culturas –que han habitado un lugar– van dejando su huella cubriendo las capas de las más antiguas.

Foto: V. Aparici

Dicho esto, aquí tenéis cerámica de tres etapas distintas de la historial humana: la más roja y grande es de un ladrillo del siglo XX; la amarilla es grecorromana, probablemente de un ánfora de hace 2250 años; y las dos piezas negras, que incluyen en su arcilla restos de conchas, se datan de hace 8000 años.

Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com

Azzurro

Cualquiera que se incorpore de nuevo al blog puede parecer que esté dando un curso de italiano.

Siguiendo la historia de la entrada anterior, sí se vinieron libros con nosotros, pero no de La Libreria del Mare.

Mi compañera Cristina tiene un ojo para detectar buenos libros, en especial los álbumes ilustrados, y encontró este:

Título: Azzurro
Año:2020
Autora: Alessandra Manfredi
Editorial: #logosedizioni in collaborazione con Sea Shepherd
ISBN: 9788857610450
Páginas: 56 
Formato: 150x190 mm
P.V.P.: 10 €

Mirad con atención la portada y podréis imaginar de que va.

El libro lleva texto, pero separado de las impactanntes imágenes que contiene. Os dejo alguna de sus ilustraciones y con la traducción de lo que cuenta la autora sobre qué le hizo dibujar este libro:

«Hace dos años hice un largo viaje al sur de Italia, para presentarle a mi hija las playas que había visitado cuando era niña. Pero el mar ha cambiado, y en la playa nos hemos encontrado con todo tipo de tapones de basura de plástico. Y fue la nostalgia por esos azules cristalinos lo que me hizo reflexionar sobre nuestras acciones y nuestro futuro.»

Alessandra Manfredi

Comulgo con ella.

 

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Ritorno

Bueno, ahí va otra historia viejuna.

El año pasado hice un homenaje a la odisea de la búsqueda de este libro: D'Angelo, G. y Gargiullo, S. (1978). Guida alle conchiglie mediterranee. Fabbri Editori. 

Han pasado ya 37 años y he tenido la suerte de volver a visitar Milán, pero  esta vez he encontrado la librería con el navegador de mi móvil.

Foto: C. Ventura

Ahí estaba, con su rótulo esculpido en tipografía ochentera. 

Al entrar se mezclaron recuerdos, los viejos y los que mi mente ha creado a lo largo de los años, y la realidad. 

Sigue siendo una pequeña librería con muchísimo encanto. El dependiente era más joven que yo, estadísticamente muy probable, pero al final había una señora y me lancé a contar mi historia en, como suele decir el amigo Javier, «itagnolo». 

Posiblemente fuera la persona que me vendió el libro, pero creo que, por la cara atónita que puso, no supe transmitir mi mensaje en una lengua híbrida del castellano, valenciano e italiano, que parece ser que solo la entiende el que la habla.

Por cierto, estaréis pensando en lo que me compré en esta librería. Nada. 

Pero en la próxima entrada hablaré de la joya que se vino a casa desde Italia.

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Anatomía de una red

En uno de mis paseos por el puerto, al lado de una inmensa red de arrastre de fondo encontré un trozo desprendido de alguna reparación, y se vino a casa.

Foto: V. Aparici

En la entrada llamada Gran erizo, ya os hablé de este tipo de arte. Debido a las fuerzas a las que son sometidas estas redes, cada parte está confeccionada con una mallas de dimensiones diferentes (a esto se le llama luz de malla). 

Para entenderlo mejor vamos a usar el magnífico esquema que nos ha dejado reproducir el amigo Antonio, de la Asociación Chelonia que se dedica, en una de sus múltiples áreas de acción, a la protección de tortugas marinas.

Fuente: www.tortugasmarinasespana.org

En este dibujo podemos intuir que la parte final o copo será la que soporte más peso, la más resistente y la que menos luz de malla tenga.

El trozo que me encontré pertenece a las bandas o alas y es la red que más espacio ocupa de todo este tinglado. Esta parte tiene que dejar pasar el agua fácilmente para no ofrecer resistencia al arrastre y permitir el escape de ejemplares de peces juveniles por debajo de la talla comercial.

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Agujero

A finales de agosto publiqué Paisaje Lunar, donde aparecían un montón de agujeros que, de origen incierto, parecían una cosa y eran otra.

Ahora ya sí que os presento un agujero que parece generado por un molusco hipogeo (vamos, que vive enterrado en la arena) tipo navaja. Lo deducimos no ser un agujero único, como correspondería a los anélidos poliquetos.

Foto: C. Ventura

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Arenas negras

He decidido escaparme a la isla de La Palma para ver un volcán en erupción. El viaje ha sido todo un espectáculo.

Se trata del nuevo volcán de Cumbre Vieja y, aprovechando el magnífico viaje, he visitado una playa volcánica.

Foto: V. Aparici

La arena negra llama la atención para los que tenemos playas distintas, de otro color. Pero es lo que se debe esperar de una isla volcánica, donde todas las rocas que la forman son magmáticas (rocas formadas por la solidificación de un magma); y concretamente, la formada por el negro basalto, se transforma en arena negra por los procesos erosivos. 

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Tortuga marina

Es extraño encontrar, en estas fechas, juguetes playeros, pero ya sabemos que tarde o temprano el mar nos devuelve la basura que tiramos, perdemos u olvidamos.

En uno de los paseos playeros de mi compañera, para darme envidia sana, me envió esta foto de una tortuga marina.

Foto: C. Ventura

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Recuerdos estadísticos

De vez en cuando, reviso las estadísticas de visitas que proporciona la herramienta sobre la que esta hecho este blog.

De todas ellas destaca una entrada antigua: Pelotas de Posidonia (de mayo del 2016), que sobresale del resto con más de 8000 visitas.

Es curioso el interés que tiene la gente por estos restos vegetales, pero la verdad sea dicha de paso, llaman mucho la atención. Prueba de ello es que, a pesar der ser un objeto que veo en casi todos mis paseos, a mí me siguen fascinando y los sigo fotografiando.

Foto: V. Aparici

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Vencido

A todo cerdo le llega su San Martín. Y eso me ha pasado.

Enganchado en una red de arrastre del puerto de Castellón recogí esto:

Foto: V. Aparici

Su origen marino está certificado, pero aquí termina mi conocimiento del tema. No sé si tiene origen animal, vegetal o algal. Nadie de la comisión de expertos ni del grupo de Facebook: ¿Qué especie es? me lo ha solucionado.

Hemos estado divagando y descartando opciones; desde un huevo de Chimaea (extraño y primitivo pez cartilaginoso) pasando por una vesícula algal, hasta restos de un hidrozoo o un briozoo, pero nada nos encaja en este tedioso puzle.

Así que os presento algo que no sé lo que es; de hecho, no puedo ni ponerle etiqueta a esta entrada.

Lanzo el reto de reconocerlo a los que lean esta entrada del blog.

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Asociaciones

Cuando se habla de relaciones entre individuos de especies distintas siempre aparecen en la memoria colectiva los líquenes.

Esta asociación entre un alga y un hongo recibe el nombre de simbiosis, pero hay más tipos.

El inquilinismo, por ejemplo, es aquella asociación de especies en la que una de ellas utiliza el cuerpo de otra sin que esta obtenga perjuicio ni beneficio.

En este caso tenemos a un cangrejo ermitaño, Dardamus arrosor, que utiliza, como vivienda, la concha muerta de un Bolinus brandaris.

Pero la cosa no acaba aquí. Tenemos una anémona, conocida como Calliactis parasitica, que podría ser un caso de inquilinismo, pero como se beneficia del transporte que origina los desplazamientos del cangrejo, hablaremos de foresis.

Foto: V. Aparici

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Ecoalf

Al comenzar este nuevo curso escolar, recibí este presente:

Fotos: V. Aparici

Y en este momento estaréis pensando que se me ha ido la cabeza, ya que esto no tiene nada que ver con la temática de este blog.

Antes de que me encerréis en un manicomio, mirad esta foto tomada en el puesto del Grao de Castelló:

Fotos: V. Aparici

Atando cabos, nunca mejor dicho, hay contenedores de la empresa Ecoalf para recoger plásticos.

Esta empresa española recoge poliéster, nylon, algodón, lana y neumáticos reciclados con los que, con una tecnología propia, elaborar sus tejidos. Las cifras que manejan son increíbles y podéis consultar en su web ecoalf.com

Entre sus muchos proyectos destaca «Upcycling the oceans España» donde desde 2015 hasta 2020 hay ido adhiriéndose más y más barcos de nuestros puertos; hasta un total de 573 barcos pesqueros, la mayoría de arrastre, que han recuperado más de 70 toneladas de basura (capturada con sus artes) de los fondos marinos.

Pero que mejor lo cuenten otros.

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Las pequeñas cosas de Marta

Marta es una creadora de palabras, amiga y colabora en este blog, empeñándose en mantener las erratas en su madriguera.

Realiza pequeñas obras con objetos cotidianos y les da el poder de la palabra, aunque esta no siempre está a la vista.

En una cena de amigos donde, por fin, pudimos celebrar el estar juntos, me hizo este presente que considero un tesoro:

El acertijo es evidente y muy fácil de resolver, pero su proceso creativo es genial. ¡Me encanta!

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Rara rara

Un paseo por el puerto del Grau de Castelló no suele ser muy productivo, debido a que la zona de descarga de pesca se encuentra acotada y se prohíbe la entrada.

Solo queda el consuelo de aquellos barcos que atracan fuera de la lonja, en concreto tres barcos arrastreros. 

Pero esta vez ha sido impresionante el hallazgo. Un tesoro que no había visto nunca en vivo.

Foto: V. Aparici

No cabe duda del grupo al que pertenece, las estrellas de mar. Pero aquí, de brazos independientes nada; están unidos entre sí como los dedos de un pato, de ahí su nombre.

Se trata de una especie rara de encontrar y que responde al nombre artístico de Anseropoda placenta o pie de ganso.

Es una especie muy planada que vive, a veces semienterrada, en fondos fangosos hasta los 500 m de profundidad. Se alimenta de pequeños crustáceos, pero se desconoce cómo los caza.

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Mural

En la población castellonense de Betxí han empezado a realizar murales al aire libre como en el famoso MIAU (Museo Inacabado de Arte Urbano) de Fanzara, también en la misma provincia.

Una obra me llamó la atención por su temática. Pertenece a la artista Silvia Casas y se llama Rius (ríos).

No hace falta que explique, de nuevo, la crítica a los plásticos. Me parece una obra interesante, aunque muy alegórica por los elementos representados: algas marinas y peces que me recuerdan al ángel, tropical y de América del Sur, y que no faltan en ningún acuario que se precie. 

El arte por encima del rigor científico. Y así debería de ser a menos que quieras dar un mensaje de este tipo.

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El gran excavador

Esta vez nos hemos encontrado con una sola valva de un ejemplar juvenil de Solecurtus strigilatus.

Foto: V. Aparici

Una de sus características es que su gran cuerpo no puede esconderse dentro de sus dos valvas. Esto no presenta un problema para su protección frente a los predadores, ya que los ejemplares adultos viven enterrados en la arena a más de un metro de profundidad. Para ello dispone de dos sifones anillados que se alargan hasta la superficie y que son fácilmente regenerables a voluntad (como el rabo de las lagartijas) si estos son atacados.

Los moluscos adultos de esta especie llegan a medir 10 cm de longitud de concha y prefieren aguas poco profundas, entre 1 y 50 m.

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Playa virgen

En la Ribera de Cabanes quedan todavía algunas playas virgenes, ya que han tenido la suerte de estar ubicadas dentro del Parque Natural del Prat de Cabanes-Torreblanca.

Digo vírgenes porque no se limpian y conservan los arribazones de posidonia en todo su esplendor.

Aquí tenéis la prueba de ello:

Fotos: V. Aparici

Sigo insistiendo en que el hecho de que fastidie a ciertos bañistas, no quiere decir que las playas se deban limpiar. Ya he he explicado la función antiabrasiva de los arribazones y cómo conservan la arena que luego apreciamos en verano.

Este año he leído noticias de gente quejándose en otras playas de la suciedad de los arribazones y, sin embargo, comparten su toalla con colillas, botellas de plástico, botes de cerveza y palitos de higiene auditiva. Esto sí que es basura.

Leyendo sobre el tema, lo siguiente me pareció este un símil fantástico: imaginemos que los excursionistas, en otoño, pidieran que se retiraran todas las hojas del suelo porque son antiestéticas y molestan al caminar.

A nadie se la ha ocurrido realizar esta petición, tan razonada como la de la retirada de posidonia. 

Hasta que no empecemos a considerar la playa como un ecosistema vivo que cambia a lo largo del año, como un bosque, no hay nada que hacer.

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El último temporal del verano

Ya ha finalizado este extraño verano y lo ha hecho por la puerta grande.

Foto: V. Aparici

Un último temporal ha cambiado el aspecto veraniego de la playa. Pero, para mi desgracia, los aportes han sido de origen continental debido al drenaje continuo de acequias para evitar las inundaciones de la zona de la marjal.

Fotos: V. Aparici

Teniendo en cuenta estas observaciones, me resulta extraño que siga encontrando esto:

Fotos: V. Aparici

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Tras la huellas sumergidas

Bueno, preparaos para las nuevas entradas del blog que he de realizar en un tiempo récord antes de que acabe este mes. Como me ha pillado el toro, espero que seáis indulgentes con la información que publicaré estos los próximos días.

Para empezar, una guía de huellas y señales que tiene de particular el dedicar una página al medio marino, y eso la hace única en su género.

Título: Guía de huellas, señales y rastros de animales
Año: 2015
Autor: Jonathan Rubines
Editorial: Sua Edizionak
ISBN: 978-8482165691
Páginas: 240
Formato: 16 x 20,5 cm
P.V.P.: 17,50 €

Muchos animales son muy difíciles de ver y, gracias a las huellas y rastros que dejan, podemos saber de su presencia. Esta guía de campo es excelente, magníficamente ilustrada, y nos habla de animales presentes en la mayor parte de nuestra Península. Otros libros, traducciones de autores europeos, hablan de señales dejadas por castores, renos, mapaches, bisontes, etc., difíciles de encontrar en nuestro territorio.

Lo mejor ha sido al encontrarme la página 126:

Casi lloro de alegría.

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Paisaje lunar

Entre las fotos que hago a las huellas y señales que aparecen sobre la arena, esta me parece muy curiosa:

Foto: V. Aparici

Este símil de suelo lunar sobre arena podría responder a agujeros producidos por moluscos bivalvos enterrados en la arena como, por ejemplo, berberechos, almejas, navajas y tellinas o por gusanos anélidos poliquetos.

Desgraciadamente, mi conocimiento sobre la playa donde está tomada la foto, me hace pensar que esta diversidad y densidad de población (de estos animales) hace años que se perdió.

La explicación más lógica es que sean burbujas de aire que han quedado atrapadas en la arena y, al recibir una nueva ola, el agua que penetra entre la arena las empuja hacia la superficie, donde estallan.

Al acabar esta entrada he encontrado una explicación más científica en este artículo de la revista Investigación y Ciencia.

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Tras las huellas del chorlitejo

El famoso chorlitejo patinegro (corriol patanegre en valenciano) ya ha acabado su época de cría y, aunque aún no nos han dados los datos oficiales de la campaña, todavía los podemos disfrutar en nuestras dunas.

Y, cómo no, también dejan sus pequeñas huellas en la arena.

Fotos: V. Aparici

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Caracol verde

La actividad de recoger cristales pulidos por el mar a veces da con curiosidades artísticas. 

Esta vez desconozco el origen de esta pieza que recuerda, sin tener que poner mucha imaginación en ello, a un caracol terrestre.

Foto: V. Aparici

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De más a menos

Como todos los años, y en estas fechas, la escasez de tesoros y el subrepoblamiento playero, nos deja en dique seco.

Aprovecho para revisar material y guardar el que todavía habita en mi escritorio.

He rescatado varias barcas o jibias de sepia de diferentes especies.

Foto: V. Aparici

Las cuatro primeras y más grandes pertenecen a la sepia común o Sepia officinalis; la siguiente y más alargada pertenece a Sepia orbignyana y en cuanto a las dos más pequeñas estoy en duda.

Me falta encontrar la de la otra sepia, habitante del Mediterráneo: Sepia elegans que es parecida a la Sepia orbignyana pero lateralmente está curvada.

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OMNI

Acabo de inventar el término OMNI (objeto marino no identificado) para esta entrada del blog.

El caso es que llevo tiempo encontrando estas piezas de plástico y su origen me ha tenido intrigado una buena temporada:

Foto: V. Aparici

Ante mi ignorancia recurrí al amigo Javier, que también había encontrado alguna en la Playa del Saler de Valencia y que había recibido fotos de otras partes del litoral español e italiano y el sugería que podría tratarse de partes de un filtro biológico para acuarios.

Con esta información empecé a buscar en el cosmos informático; primero con una búsqueda de imágenes, donde encontré infinidad de mantelitos de ganchillo circulares, lo que me hizo descartar esta opción de búsqueda. He pasado mucho tiempo buscando filtros biológicos pero nada que se pareciera.

Así que pensé que quizás molestando al Dr. Michael Stachowitsch (de la Universidad de Viena), obtendría una respuesta. Este investigador es el autor del libro The Beachcomber's Guide to Marine Debris que ya conocéis, y, si no, podéis consultarlo en la hemeroteca del blog pulsando aquí.

A veces la gente te sorprende y me contestó dando la solución. Al aplicar sus palabras mágicas, no tardé en dar con el objeto en cuestión:

Así que, ante la sorpresa del Dr. Stachowitsch, de que esto esté apareciendo en nuestras costas mediterráneas, no descarta incluirlo en la próxima edición de su libro.

Os adjunto otras fotos que recibió el amigo Javier (que tambien es doctor).

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Esta vez en francés

Otro libro nuevo que añadir a la biblioteca del mar.

Estos meses, la escasez de temporales y la ocupación playera (a todas horas) del Homo sapiens, me ha relegado a meterme en casa y eso me permite revisar tesoros aún no publicados y ponerme al día de la bibliografía marina.

Esta vez voy a recomendar una guía de identificación con fotos y en francés. 

No creáis que me he vuelto chocho o que estoy alcoholizado por el elevado consumo de cervezas veraniegas. Uno ha de reconocer las cosas buenas, aunque se salgan de mi patrón mental. Y este es el caso:

Título: Découvrir la vie sous-marine méditerranée
Año: 2015
Autor: Steven Weinberg
Editorial: Editions GAP
ISBN: 978-2741706335
Páginas: 528
Formato: 16,5 x 24,2 cm
P.V.P.: 35 €

En verdad es una guía de buceo que, en algunas cuestiones, se pone al nivel de guía de campo, o de mar. Esta editorial francesa se dedica a este tipo de guías y el autor tiene un tocho igual para el Atlántico y el mar Rojo, al que dedica dos tomos.

Identificación de fauna y flora submarina mediante muy buenas fotos y mejores descripciones. Para que os hagáis una idea de ese salto cualitativo, que la lleva a otro nivel, os dejo una tabla para diferenciar dos erizos marinos de los más comunes: Paracentrotus lividus y Arbacia lixula y que siempre me obligan a consultar alguna guía debido a que no hay forma de que se graben en mi memoria.

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La APP de los huevos

Esta vez, la aplicación para dispositivos móviles que os presento hace referencia a los huevos.

Se trata de una aplicación que registra los hallazgos playeros de rayas y tiburones, que como ya sabéis son conocidos como monederos de sirena.

Se trata de una app creada por la organización Shark Trust, aquella que tiene las guías de identificación de puestas de peces cartilaginosos.

Es muy fácil de usar e incluye una guía de identificación fotográfica para solucionaros las dudas in situ o, en su defecto, permite hacer una foto al enviar el hallazgo.

También se trata de ciencia ciudadana; usa el GPS para georreferenciar la zona y permite añadir varias especies y cantidades.

Lo he probado y funciona, pero un mes después de haber enviado los datos, aún estoy esperando que aparezcan en el mapa para así poder aumentar los avistamientos en nuestra costa, ya que como podéis ver, solo aparece un dato de agosto del pasado año en Benicàssim y no he sido yo.

Como premio a vuestra paciencia infinita os envío un link para identificar las puestas si vais a buscar estos tesoros con niños y niñas. Y si la playa está llena, os dejo este juego para esconder y buscar las fichas en vuestra propia casa o jardín.

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