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domingo, 20 de octubre de 2019

Argonauta

Quien haya tenido la suerte de leer El vellocino de oro de Robert Graves, se habrá deleitado con las aventuras de Jasón y con la nave Argos y sus marineros, los argonautas.

Esta vez, el argonauta lo he encontrado en una tienda de souvenirs en la magnífica ciudad fortificada de Peñíscola. 

No suelo comprar conchas por razones éticas, pero esta vez sé que su captura no ha significado el sacrificio del animal y ya veréis por qué.

Esto es lo que he obtenido con 5 euritos.

Foto: V. Aparici
Pertenece a un molusco, pero no es realmente una concha.

El Argonauta argo es un molusco cefalópodo, familiar de calamares, sepias y pulpos.

En la actualidad, solo los miembros de género Nautilus (fósil viviente), conservan una concha externa; el resto de cefalópodos la conserva internamente o carece de ella.

Foto: V. Aparici

En el caso que tenemos entre manos, solo las hembras poseen este caparazón desechable. Para ello, han modificado dos de sus tentáculos para segregar y sujetar esta increíble y frágil coraza. En ella albergarán la puesta y en caso de peligro pueden introducirse dentro de ella.

Como hay sitio de sobra para la puesta, se sospechaba que esta tenía que tener otra función. Se ha observado que las hembras suben a la superficie para atrapar aire en la concha. En profundidad este aire comprimido les da flotabilidad neutra, por lo que no tienen que estar continuamente luchando por mantenerse a una determinada profundidad.

La hembra suele alcanzar los 12 cm y si pierde la concha –que comienza a fabricar cuando aún es una cría– y no puede recuperarla, muere. El macho es enano (1 cm) y su única función es fecundar a la hembra, por lo que no es muy longevo.

La «concha de papel» de este peculiar pulpo está fabricada con quinina no calcificada y puede flotar, de ahí que puede llegar intacta a nuestras playas. 

Si tenéis curiosidad por ver un animal al completo, os dejo una magnífica ilustración realizada por Comingio Merculiano en 1896.

Comingio Merculiano in Jatta Giuseppe (1896) I Cefalopodi viventi nel Golfo di Napoli.


Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com



1 comentario:

Ana Ovando dijo...

Qué interesante que le pongan ese nombre mítico, aunque la relación con los héroes de la nave Argos no termino de verla, como no sea ese detalle de que su concha flote.
Como de costumbre, muchas gracias por compartir esta historia, siempre sigo aprendiendo contigo.