Foto: V. Aparici. Colección de P. Barranco |
Otro ejemplar más de la colección de Pablo Barranco es el Calliostoma granulatum.
Su forma perfectamente cónica nos evoca a las peonzas que tanto hemos hecho girar en nuestra infancia.
Posee opérculo córneo (la tapita) y ápice puntiagudo (la puntita de arriba, vamos). Suele presentar manchitas, entre el color marrón y el naranja, sobre el resto de la concha que es color carne con numerosos granitos en las suturas (contacto superior e inferior de una vuelta de concha).
Es un animal de profundidad que habita los fondos circalitorales y el coralígeno profundo. Aparece mucho en los arrastres, por lo que podemos verlo junto a la morralla que se vende en las pescaderías.
Para las mentes inquietas, los ecosistemas que encontramos desde la orilla hasta el profundo fondo se clasifican en «pisos». El piso circalitoral va desde los 30 o 40 m de profundidad (límite de las algas fotosintéticas y plantas marinas) hasta el límite de supervivencia de las algas más extremas, unos 100 m. Por otra parte, el coralígeno es un fondo de sustrato duro (las arenas y fangos son sustratos blandos) que pertenece a este piso, donde predominan los animales sésiles como esponjas, gorgonias, crinoideos, etc.
Esto se va complicando. Lo dejamos así.
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