Buscar este blog

miércoles, 5 de junio de 2019

¡Ostras, Pedrín!

Esta célebre frase que ya ha pasado a la historia surgió en los tebeos de Roberto Alcázar y Pedrín, en la época franquista. Aunque nunca llegué a tenerlos entre manos –ya que heredé El Guerrero del Antifaz de mi padre– esta frase permitió decir ¡hostias! sin blasfemar al Santísimo.

Pero hoy vamos a hablar de otras ostras. Me refiero a ese animal, molusco, bivalvo y suculento, que se cultiva para el goce culinario.

Foto: V. Aparici

Aquí tenéis a la ostra japonesa u ostión, traída de la Bretaña francesa pero fácil de encontrar en nuestro Mediterráneo. Responde al nombre de Crassostrea gigas. 

Su color violeta la hace inconfundible.


Es una especie pacífica (me refiero al océano) que fue introducida para la acuicultura desde Japón. Actualmente se considera especie invasora.

No le gusta la profundidad y prefiere los fondos arenosos y fangosos a los rocosos, siempre que tenga algún soporte para fijarse como otras conchas o piedras.

Texto corregido y revisado por laerrataquemata.com



No hay comentarios: