Foto: V. Aparici |
Estamos ante un ejemplar juvenil de un molusco gasterópodo (eso ya sabéis lo que es) muy común en nuestras costas y considerado comestible.
Es el Cerithium vulgatum y no por común deja de ser bello. Los ejemplares adultos sobrepasan los 65 mm y el animal se cierra completamente en su concha con un opérculo córneo (tapita de un material parecido al cuero).
A veces nos podemos llevar una sorpresa al coger un ejemplar muerto y descubrir que tiene inquilino. A muchos cangrejos ermitaños les encanta su concha.
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