Es un hecho que hay cambio climático y tenemos pruebas de ello desde los años 90. Pero para los negacionistas, el hecho de que existan pruebas es suficiente para ejercer su razón en voz alta y repetidas veces para que parezca verdad.
El Mediterráneo se calienta a velocidades increíbles a escala humana e hipersónicas para la escala geológica.
Para algunas especies mediterráneas estos cambios pueden significar su extinción y desgraciadamente tenemos muchos casos ilustrativos.
Sin embargo, esto ofrece una oportunidad a especies que viajan como fouling (larvas o adultos que que viven fijos al casco) en los transportes marítimos que cruzan los mares o a través de los canales artificiales que unen mares (Canal de Suez) y océanos (Canal de Panamá).
Estos inmigrantes, si pueden adaptarse al nuevo medio, pueden responder de dos estrategias:
- Especie exótica, si encuentra un nicho vacío en el ecosistema marino integrándose en él.
- Especie invasora, si tiene un crecimiento poblacional desmesurado, al carecer de predadores, y conquista nichos ecológicos que ya estaban ocupados por otras especies (entrando en desleal competencia), generando problemas en las pesquerías y eso si que duele a la economía.
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